Bueno pues para inaugurar el blog que mejor que un relato con mucho morbo. Espero que os guste y lo disfrutéis tanto como lo disfrute yo.
----------------------------------------------------------------------------
Hola me llamo Asier, tengo 24 años, mido 178
cm, soy pelirrojo y tengo los ojos verdes. Llevo nadando desde que era pequeño
así que tengo el cuerpo bien definido y marcado, mi polla mide unos 20 cm y es bastante
gruesa, en general dicen que estoy muy bueno.
A mí siempre me han gustado las mujeres y
nunca había tenido ninguna relación con otro hombre hasta que el sábado pasado
me folle a mi hermano pequeño.
Se llama Mikel y cumplió 16 años el sábado,
es un poco más bajo que yo, también es pelirrojo y tiene los ojos verdes, sigue
teniendo el cuerpo de un niño y su polla parece que va a tener buen tamaño
cuando se le desarrolle del todo.
La historia que voy a contaros empieza la
mañana de ese sábado. Todos los sábados nos levantamos pronto para ir a correr
o a nadar juntos. Cuando me desperté esa mañana estaba de espaldas a la cama de
mi hermano y escuche un ruido que venía de su cama, pensé que estaba teniendo
una pesadilla así que me giré para ver si le pasaba algo y lo que vi me dejo un
poco loco. No estaba teniendo una pesadilla, los ruidos que se escuchaban eran
gemidos que producía del pacer que le estaba dando la paja que se estaba
haciendo. Por suerte no se dio cuenta de que me había despertado así que siguió
masturbándose hasta que se corrió. Cuando termino de limpiarse me dio unos
golpes en el hombro para “despertarme” y salió del cuarto para ir al baño.
No me podía creer lo que acababa de ver. Mi
hermano pequeño pajeándose a menos de dos metros de distancia de mí. Por alguna
razón la situación me había puesto muy cachondo.
Esa mañana fuimos a correr, yo no me podía
quitar la imagen de mi hermano de la cabeza ¿Cuántas veces se habría masturbado
conmigo al lado?
Cuando nos cansamos de correr empezamos a
caminar en dirección a casa y empezó a contarme los planes que tenia para la
celebración de su cumple esa misma noche.
- Mis amigos y yo vamos a ir a una discoteca, espero que esté llena de cerdas que quieran rabo porque tengo un calentón importante - me dijo sonriente.
- Jajaja ¿qué pasa enano que todavía no te has follado a ninguna?
- ¿Si te lo digo prometes no reírte?
- Eso es que no has mojado JAJA, ahora entiendo porque andas tan caliente... - dije mientras echaba una mirada rápida a su paquete. Lo tenia algo más abultado de lo habitual por lo que supuse que la conversación le estaba poniendo igual de caliente que a mi.
- Cállate, vámonos a casa - Dijo molesto y poniendose colorado.
Hicimos el resto del camino en silencio,
llegamos a casa y nos duchamos. Juraría que mi hermano se hizo otra paja en la
ducha por lo que tardó.
El día trascurrió con normalidad, yo no me
había masturbado porque al igual que mi hermano esperaba encontrar alguna chica
esa noche con la que desfogarme así que estuve caliente toda la tarde.
Para celebrar el cumple de mi hermano mis
padres pidieron unas pizzas para cenar. Cuando terminamos mi hermano fue el
primero en marcharse de casa porque sus amigos le esperaban para irse de
fiesta, como ya tenía 16 años le dieron permiso para volver a casa a las 3 de
la mañana. Yo me fui un rato más tarde con mis amigos a tomar unas birras a un
bar del barrio.
El ambiente del bar era muy agradable, todo
el mundo estaba de fiesta y de buen rollo. A lo largo de la noche entre birra y
birra surgían conversación muy variadas y yo les conté lo que vi por la mañana.
- ¿Así que tu hermano se pajea contigo al lado? – Pregunto Jon, uno de
mis amigos.
- Ya te dicho que si tío ¿creéis que es normal?
- Bueno la verdad es que yo alguna vez me pajeado con mi hermano mayor
viendo porno – Confeso Dani con total normalidad.
- Jajaj ¿Qué dices tío? Estas hecho
un degenerado. – dijo Jon
- ¿Qué pasa? No tiene nada de malo
– respondió Dani con una sonrisa – No sabes lo a gusto que puedes estar con tu
hermano si tienes la confianza para machacártela delante de él.
- Bueno visto así… ¿y no has hecho nada
más con él? – pregunté.
- No tío ¿Qué voy hacer? – Respondió –
Aunque alguna vez sí que me ha apetecido que las pajas se convirtieran en
polvos, tiene que estar bien llegar a casa y si estas caliente tener a tu
hermano esperando para follar.
- Estás enfermo
tío – respondió Jon – anda vamos a dejar de hablar de estas mariconadas y vamos
a hablar con esas tías.No volvimos a hablar del tema pero la idea de
poder tener algo con mi hermano para desfogarnos juntos me gustaba más de lo
que quería admitir.
La noche se termino antes de lo esperado,
ninguno de los tres consiguió tema con ninguna chica así que decidimos irnos a
casa. Hicimos parte del camino juntos pero al final teníamos que ir cada uno
por una calle diferente.
Yo estaba algo alegre por culpa de las birras
que me había tomado, y no vi a quien tenía delante de mi hasta que estuve a su
lado. Era mi hermano, estaba muy borracho, apenas podía mantenerse en pie.
- Pero bueno ¿a quién tenemos aquí?
– dije con un tono burlón. El intento disimular su embriaguez.
- Hola Asier – respondió.
- ¿Qué tal ha ido la noche? ¿Has
mojado? – pregunte.
- No,
el portero de la disco no nos ha dejado pasar porque somos menores así que
hemos estado toda la noche bebiendo en el parque. Tengo un calentón… ¿y tú has
mojado?
- Tampoco, estoy igual de caliente que tu.
Bueno tu seguro que un poco menos porque menudo pajote tas hecho esta mañana ee
– dije sin ningún tipo de vergüenza a causa del alcohol.
- No sabía que estabas despierto,
me desperté muy caliente y no pude evitar hacerlo.
- Tranquilo no me ha molestado,
creo que deberíamos tener más confianza entre nosotros ¿somos hermanos no?
- ¿A qué te refieres? ¿Quieres que nos masturbemos el uno al otro? – preguntó
con cara de asombro.
- No estaba pensando en pajearnos el uno al otro, solo en hacerlo
juntos, pero si quieres puedes hacerme un paja ahora mismo, no seré yo quien
rechace una paja – respondí sin poder creerme a donde nos había llevado la
conversación.
- No no, paso, estás enfermo – dijo, y
siguió caminando dirección a casa sin decir nada más.
Cuando llegamos a casa nuestros padres ya
estaban dormidos. Nos fuimos directos al cuarto y empezamos a desnudarnos para
meternos en la cama. Mi hermano duerme con un pijama corto y yo en bóxers.
Cuando me quite la ropa me fui al baño a mear y al volver vi que mi hermano no
se había puesto el pijama, estaba tirado encima de la cama boca arriba y solo
tenía puestos sus calzoncillos. Note que tenia la polla dura por como se le
marcaba en sus bóxers y estoy convencido de que notó que se me estaba poniendo
dura. Me tiré en mi cama y sin taparme con las sabanas me quite el bóxer y empecé
a masturbarme, mi hermano se dio media vuelta así que imagine que mi
proposición de pajearnos juntos no le había convencido. Cerré los ojos mientras
me masturbaba, estaba muy cachondo, necesitaba la paja. Gire la cabeza hacia la
cama de mi hermano, abrí los ojos y vi que ya no estaba dándome la espalda, se
había quitado los bóxers y estaba sobándose mientras miraba como me pajeaba.
- ¿Te gusta hermanito? ¿Te has pensado
mejor lo de pajearnos juntos? – No dijo nada, se quedó callado mirándome – anda
ven a mi cama.
Se notaba que estaba nervioso, seguía sin
moverse así que me incorpore y agarrándole del brazo lo atraje hacia mi cama.
Nos tumbamos el uno al lado del otro, mi hermano seguía con los calzoncillos
puestos y sin pensarlo empecé a acariciar su paquete por encima del bóxer y
coloque su mano en mi polla. Los dos empezamos a sobarnos, estábamos muy
calientes, la situación de tener a mi hermano pajeándome mientras yo le sobaba
su cuerpo me daba mucho morbo.
- Oye Asier ¿puedo hacerte una pregunta? – dijo dejando de masturbarme.
- Claro que si enano pero no pares ahora – respondí.
- Me da un poco de
corte pedírtelo pero… ¿me chuparías la polla? – preguntó mientras se ponía muy
colorado
Yo no sabía qué hacer, nunca había chupando
una polla pero tampoco me había pajeado con otro tío.
- Bueno te la chupo porque es tu cumple pero que no salga de aquí – dije
finalmente.
- Vale – respondió mientras se quitaba el calzoncillo.
La polla de mi hermano estaba durísima, nunca
se la había visto dura tan de cerca, aunque la mía era más grande y gorda la
suya para tener 16 años no estaba mal del todo. Le agarré el rabo y empecé a
pajearlo despacio.
- Tío deja de pajearme y empieza a chupar ya – dijo impaciente.
- Que impaciente eres enano – dije
mientras empezaba a meterme el pene de mi hermano pequeño en la boca.
Era la primera vez que chupaba un rabo y por
la cara que ponía mi hermano no debía de hacerlo nada mal, descubrí que era
capaz de meterme el rabo entero en la boca, cada vez que lo hacia él soltaba un
gemido. Seguí mamándosela un buen rato con diferentes ritmos, el no hablaba
estaba gozándolo mucho. De repente note que agarraba mi cabeza con sus manos y
empezaba a follarme la boca sin ningún tipo de compasión, empezó a meterla tan
profundo que me entraban arcadas pero a él no parecía importarle. Intente que
parase para decirle que no se le ocurriera correrse dentro pero antes de poder
hacerlo ya se había corrido en mi boca.
Cuando pude sacar su polla de mi boca escupí
la corrida y vi como se reía de mí.
- Eres un cabrón ¿a donde te crees que
vas? – dije al ver que se levantaba y se iba a su cama.
- Pues a dormir donde voy a ir –
respondió.
- De eso nada, tú te has corrido en
mi boca y yo todavía no me corrido así que tienes que terminarme la paja.
- Paso – dijo mientras se tumbaba boca
abajo en su cama.
En ese momento no podía estar más enfadado,
me acerque a su cama y sin decir nada me puse encima de él.
- Que haces tío quita de encima –
dijo mientras intentaba librarse de mí.
- ¿Cómo que pasas carbón? ¿me vas a dejar
con el calentón? – le dije a la oreja.
- Pajéate tu solo pero déjame
dormir – respondió mientras seguía intentando quitarme de encima.
- No de eso nada se me ocurre algo
mucho mejor – dije mientras chupaba uno de mis dedos y se lo pasaba por su ano.
- ¿Qué haces? Para joder – se quejó.
- No voy a parar, te la e chupado y ahora voy a romperte el culito –
dije mientras seguía introduciendo mis dedos en su ano.
- Me haces daño, o paras o grito.
Sin pensármelo le tape la boca con una de mis
manos y le sujeté con la otra. Tenía que darme prisa en follarme ese culito o
no podría seguir impidiendo que gritara. Coloque mi polla en su ano y poco a
poco fui introduciéndosela, estaba realmente caliente y prieto, era la mejor
sensación que había tenido nunca. Empecé a follarle el culo despacio y suave.
Mi hermano seguía quejándose pero noté que cada vez lo hacía menos y empezaba a
dejar de resistirse.
- ¿Te está gustando hermanito?
Tienes un culo muy rico.
- Eres un carbón ahhh – se quejó.
- ¿Si quieres que pare lo haré? –
pregunté sin intención de parar.
- Mmmm no, no pares – respondió en
un susurro – me gusta, me gusta mucho ¿podrías darme más fuerte?
- Estas hecho un vicioso –
respondí.
Empecé a follármelo a lo bestia sin
preocuparme si le hacía daño o no y a él parecía encantarle. No paraba de gemir
y eso me encantaba. Me quite de encima y le puse boca arriba, él volvía a tener
el rabo duro. Coloque sus piernas en mis hombros y volví a empezar a follármelo
mientras nos mirábamos a la cara y él se pajeaba.
Cuando noté que estaba a punto de correrme
coloque a mi hermano a cuatro patas y seguí fallándomelo hasta que descargue mi
lefada dentro de él.
- Joder me corro yo también - dijo
mientras se tumbaba en la cama y se corría encima de su pecho.
- Buff
que pedazo polvo hermanito – dije mientras me dirigía a mi cama.
- Ya te digo no me imaginaba que mi
primera vez seria con el rabazo de mi hermano mayor.
- Ostia
es verdad que no te habías estrenado ¿y te ha gustado?
- Sí, mucho – dijo mientras se ponía los
calzoncillos – por cierto esta mañana cuando me estaba haciendo la paja ya
sabía que estabas despierto pero me daba morbo que me vieses.
- Menudo vicio tienes mamón – respondí –
bueno pues mañana repetimos.
Y así fue como me follé a mi hermano pequeño
el sábado pasado. Ahora en cuanto nos quedamos solos aprovechamos para seguir
pasándonoslo bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario